Nunca he sido de banderas, o símbolos. De equipos acérrimo. Nunca he sido de bandos extremos. Pero llevamos un tiempo donde en vez de avanzar como sociedad, vamos involucionando cual registro evolutivo conocemos. Yo creo que es incluso peor, porque en la involución perderíamos consciencia de lo que hacemos y nos centraríamos en necesidades más vitales, por lo que tampoco creo que sea la palabra. Pero es algo así como evolucionar hacia la tontura extrema. Sí sí, ahora es evolucionar, pero a peor, y parece ser que eso, si no nos ha extinguido, es que tendrá alguna ventaja.

Una política que nos representa tal cual somos. Y hablo de España, que está lleno de Españoles muy españoles. Hablo de los partidos políticos viejos que han vivido de robar o de chanchullos, y ya no lo decimos al tum tum, lo dice un juez. Partidos políticos donde la oposición era un niño chico con pataletas. Y los nuevos políticos son, las marionetas de los viejos o los que vienen predicando una palabra y siempre han venido haciendo otra. Al fin y al cabo son charlatanes que se dedican a eso profesionalmente. Y estamos gobernados por un presidente donde un juez no le da credibilidad.

Una sociedad donde ahora la guerra está entre géneros no identificados, que te denuncian por asumir su género y quieren imponer un lenguaje y una forma de actuar que ya de por sí parece absurda. La sociedad estaba evolucionando bien, consiguiendo la igualdad que nunca tuvieron, luego vinieron los micromachines, digo los micromachismos y lo jodieron todo. Pero seguid ese juego de luchar por gilipolleces mientras se olvidan de lo que realmente importa.

Pero oye, si esto es el futuro, ya quisiera tener una máquina del tiempo y un cubo de palomitas para viajar 300 años adelante y ver en lo que nos convertiremos. Coches volando, decían… piedras nos estaremos tirando.